A mi amiga María José.
Me dicen que en Caí,
tasita de plata -Cádiz para todos-,
ya están en marcha los carnavales y las chirigotas, si es que paran allí un
minuto las chirigotas del carnaval de la vida durante todo el año. Como no
entiendo lo que dicen, no me hacen gracia sus chistes y cuchufletas. Me quedo
así, mirando cómo se ríen los demás -como en las singracias series americanas-,
sin saber de qué va la feria. Sea como fuere, la gracia, la que sea, hay que
reconocérsela a esa otra Andalucía. Tienen arte, me dicen.
Y el arte es el siguiente. Me cuenta una amiga que en un bar de
Cádiz vio el otro día un letrero que decía “PROHIBIDO HABLAR DE LA
COSA”. Que ciertamente tiene arte y gracia, sí señor.
“La cosa está muy
mala”.
“¡Qué malica está la
cosa!”.
“¡Qué malamente va la
cosa!”.
“¡Ay
que ver cómo está la cosa!”.
“A ver si la cosa
va a su sitio”.
“¡Pues anda bien la
cosa!”.
“¡Estoy de la cosa
hasta…!”
“¿Tú le ves la punta
a la cosa?”.
“¡Pues a la cosa
no se le ve la punta”.
“Que la cosa está
que arde”.
“La cosa no hay
por dónde cogerla”
La cosa es la
bicha de las cien cabezas y la madre que la parió que es la mentira y la política
pública de resultas de un mal paso con la maldad que vino de la codicia y la
avaricia ¡y así está la cosa! La indigencia,
la limitación del hombre y que eso de que el hombre era bueno por naturaleza...¡Adiós Juan Jacabo!
La cosa es la crisis. La cosa es cómo funcionan los políticos.
La cosa es el paro. La cosa es el mangoneo. La cosa es la rebaja de los sueldos. La cosa es Urdangarín. La cosa es
la necesidad de las casas: las hay ni un chusco que llevarse a la boca
tienen. La cosa es el robo a cara descubierta y con chaqueta y corbata. La cosa
es la tristeza que hay en las calles y en las casas, donde no hay hogar donde
no aniden parados. La cosa es la Sanidad. La cosa es la Enseñanza. La cosa es
Cataluña. La cosa es Artur Mas. La cosa es Corina que aterrizó en Nóos vía
yernazo. La cosa es Afganistán y los soldados que nos devuelven metidos en
bolsas. La cosa es el PP. La cosa es el PSOE. La cosa es la herencia de Zapatero. La cosa son los ERES. La cosa son los Pujol. La cosa es el
Rey nuestro señor, con su mala pata, sus elefantes y sus mal llevados 75 años… La
cosa es que no hay cojones quien enderece la cosa…
Hay realidades que solo se pueden nombrar así: LA
COSA. De esa manera se dijo siempre: “La han operado de la cosa
de las mujeres”. Queda claro, es decir, de eso, de lo suyo… de LA
COSA mismamente. Y es que LA COSA se viene nombrando así desde el siglo IV…
cuando COSA y RES se hicieron sinónimas…
Pues eso que en este LOCAL
QUEDA TERMINANTEMENTE PROHIBIDO DAR EL COÑAZO CON LA COSA.
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