Se me ha ocurrido que, a partir de ahora, voy a publicar también aquí textos de los libros que vaya leyendo y que, por lo que fuere, me parezcan de interés para usted y para mí. Si viniera al caso, si lo requiriese, y eso lo dejo a la libre elección del Jefe de redacción, se le hará comentario.
La verdad es que este blog, que me da igual cuánta gente lea, me da una libertad a la hora de escribir que no tuve cuando lo hice durante años en la prensa de papel. Aquí no estoy sujeto a medidas, ni a fechas, ni a temas, ni a nada distinto de lo que es mi libre albedrío y mi responsabilidad. La verdad es que está bien.
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Aviso contra los simplismos:
Las guerras tienen además el defecto de poner en escena a los militares. Dotados de las mismas taras que los policías, añadirían la personificación del espíritu jerárquico y limitado que restringe la libertad y cuyo único objetivo es vejar, afirmar su poder sobre los otros sometiéndolos. ¡Qué simple es el mundo de lo políticamente correcto! Procede por proposiciones universales: "Todos los A tienen la propiedad X". Todos los policías, militares... son malos, todos los médicos, enseñantes... son buenos. Exhibe así directamente sus valores pues no reconoce la existencia de los hombres reales sino de tipos totalmente construidos, de modelos o de anti-modelos. En esto procede como toda ideología primaria y totalitaria, oponiendo tipos construidos punto por punto. Casi no nos alejamos de la odiosa propaganda nazi con sus malvados judíos, ladrones, cobardes, bribones, avaros y los buenos arios honestos, valientes, leales, generosos.
Lapied, André, La ley del más débil. Genealogía de lo políticamente correcto, ed. Tres fronteras, Murcia, 2009, p. 45.
No se olvidé que lo llamado políticamente correcto tiene su origen en el pensamiento marxista de la escuela de Frankfurt. Y si dudare, pregunte.
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