Como nieto de don Quijote que soy, peco de pardillo, de iluso, de idealista. Ayer me llegué por la casa virtual de don José Griñán (http://elblogdegriñan.es/): ya sabe usted, Pepe para los amigos y los compañeros del partido –ni hay otro Pepe ni hay otro partido-. Le dejo un par de comentarios y, como me parece lógico, leo que los va a leer antes de editarlos (entiendo que lo insultante, lo maleducado, lo… debe ser eliminado). Voy a ver si tengo alguna respuesta… ¡Y NO LOS HA EDITADO!!! Todos los editados son A.M.P.G., es decir, Para Mayor Gloria de Pepe… Con perdón: ¡¡qué pardillo soy!! Sigo creyendo en la buena voluntad, en la búsqueda de la verdad, en… Cuando un político-pájaro de ese tenor tiene que tener más conchas que un galápago. ¿Qué no estará dispuesto a hacer un político por no perder su canonjía, su encomienda, su pesebre, su concesión, su establo, su pocilga…? ¡¡¡Qué fullero… el tal Pepe Griñán y su lacayo el que le escribe el blog!!!
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Voy a mirarlo desde el lado positivo: todavía tengo intacta la capacidad de asombrarme. ¡¡Qué barbaridad!! ¡Y yo pensando en la verdad, el honor, la honra!
— Vámonos con el abuelo, Rocinante, que aquí se hace irrespirable el ambiente.
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