Enseñando los huevos, pero no los dedillos de los pies... |
Cuando Jaimito está enfermo, su afán por
aprender, por indagar, por averiguar, por dar el coñazo es infinito… Mirando la
última página del periódico que su padre lee.
─ Papá, ¿y los nudistas por qué
llevan zapatos? ¿Los dedos de los pies no tienen derecho a tomar el sol, la
planta del pie no tiene derecho a entrar en contacto con las chinitas de la calle…?
Su
padre lo mira no sin asombro. Le da la vuelta al periódico. Observa la foto:
─ No tengo ni idea. Eso se lo
preguntas a mamá, que es la que oye la radio y sabe de esas cosas.
Jaimito
comenta con su avión que siempre a los más
pequeños no se les escucha: sean los dedos de los pies o los enanos de la
familia. “Puta discriminación”.
“Coñazo
impertinente de zagal”, piensa su padre mientras lo ve perderse pasillo
adelante. “Siempre tiene que preguntarme lo que ignoro”.
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