Buenos
días:
No
sois muchos. Somos pocos. Sois pocos quienes me pedís que escriba de nuevo acá.
Unos pocos y soplando y eso… tiraron las murallas de Jericó, dicen: quizá sea
una quimera animante, animadora.
Escribía,
dicen, Tomás de Aquino la Summa y dejó
de hacerlo porque se quedaba corto en lo que pensaba con respecto a lo intuía o
algo así. Por favor, no me pidan más precisiones. Algo así me ocurrió a mí.
Cambio
a textos cortos, sin apenas comentario. Saetas. Ideas breves. No es mi estilo,
pero es la vida. Hagamos algo más leve sin frivolidad, más rápido sin
superficialidad.
Voy
a intentarlo.
Bienvenidos.
(Disulpen que las sangrías no sean idénticas: es como en la vida. Una sangría continua y distinta, variada, cambiante... Si alguien sabe cómo evitarlo, con decirlo cumple y se le agradece).
No hay comentarios:
Publicar un comentario