viernes, 29 de junio de 2012

Ahora vengo. SEAN FELICES...


          
          No me voy, que me quedo. Cierro temporalmente el blog. Necesito dedicarme a otros menesteres que requieren una concentración absoluta. Lo siento. Ojo que ni el demonio ni el mal se toman vacaciones. Los tontos y los malos no cejan: su camino adelante, ya saben: o se acaba el camino o el tonto, pero cejar… ¡nada de nada!
         Sé que el blog tuvo un pespunte recio, firme, más con cuerda que con hilo. Lo siento si ofendí a alguien que no desease ofender. Cuando se tira al bulto y a tenazón no siempre se queda la pieza detrás de la mata.
         Cierto que he escrito desde la exasperación en muchas ocasiones. Me abruma tanto mal como veo a mi alrededor. Me siento traicionado por una democracia que no me dice nada. ¿Cómo es posible que me hayan traicionado?
¿Qué fue de las ilusiones puestas en una democracia? La democracia prometida no era esto. Me he encontrado con una partitocracia y agobiado por una casta ancha, amplia, gruesa, extensa de políticos que han proliferado, que han invadido todo, que no llegaron para servir sino para servirse… y que me preguntan cada equis años ¿para que deposite un voto? ¿Eso era todo? No, no me siento representado por quienes se mueven en los partidos… Me hablaron de la libertad de expresión, pero ¿para qué me sirve si no soy atendido ni escuchado, si tengo una casta dictatorial dirigente, con una dura cáscara que son los partidos, con sus aparatos que se mueven y operan al margen de los ciudadanos? Grito…, pero como quien lo hace en el desierto… Mi voto no es expresión de mis deseos… ¿A quién me dirijo para quejarme? ¿A quién reclamo? ¿Qué palancas uso? Me puedo además saber un privilegiado: tengo trabajo, sé expresarme, sé escribir… Me lo pagaron mis padres y una sociedad solidaria que me pagó un centro público donde aprendí lo que pude y aproveché como pude, supe, me dejaron… ¿Qué me dicen de esa persona mayor, sin trabajo, sin poder gritar, aunque sea en mi mismo desierto? Esto es como lavarle la cara al burro y peinar a sus muertos. TERRIBLE…
         Fruto de esta reflexión nació este blog… Les agradezco mucho a quienes me han seguido, a quienes me han escrito, a quienes retwitearon las entradas… Muchas gracias.
         Quise ser optimista, quise abrir hueco en la esperanza, quise ver la luz, quise ayudar a buscarla, a verla… ¡e hice lo que pude! Lo siento por no haberlo podido hacer mejor, con más salero, con más arte…
         Treinta años empujando para ayudar a hacer una sociedad mejor, más justa, más virtuosa… Me consta, oiga, que el Cielo no está en el suelo… Me lo sé. No vivo con el lirio en la mano… ¿Dónde están esos miles de alumnos a quienes di clase y a quienes les enseñé que no se miente, qué es la sinceridad, y la laboriosidad, y el orden, y la justicia y la prudencia…? Ubi sunt?  Ingenieros, registradores, notarios, abogados, zapateros, profesores, empresarios, campesinos, funcionarios, inspectores de hacienda, vendedores, constructores, economistas… ¿Dónde coño estamos? ¿Es que no somos capaces entre todos de sumar fuerzas y de dar un tirón a esta sociedad lánguida, de andar cansino, cabizbaja, beoda, quebrada, rota… ¡lamentable!?
         Si Dios quiere vuelvo cuando termine los quehaceres importantes y urgentes que la vida me demanda ahora… Mientras, no lo olviden, lo digo absolutamente en serio… SEAN FELICES, procúrenlo… Adiós.

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