martes, 5 de junio de 2012

Estimado don Juan Roig...


                                                                   
                                                      
                                                                A don Juan Roig, presidente de Mercadona.

         Estimado don Juan:       

         Desde este blog, que es tanto como decir, desde las cuatro voces que uno pueda dar en la puerta de su casa en mitad de un desierto, casi, le he alabado el gusto y el decir cuando usted nos ha mandado poner firmes a los españoles. Perfecto. Hoy me va a permitir que le corrija la planilla un poquito yo a usted:
1.     Tenemos que trabajar más (y permítame, mejor: ya está bien de oír en sus supermercados lo de “Señor David: vaya a la caja 3”; se dice: “Señor Sánchez, señorita López…”, pero no “Señor Pedro…”). Podemos trabajar mejor, y debemos; podemos aprovechar mejor los materiales, y debemos, los tiempos, las herramientas, las posibilidades personales para ser más eficaces, porque de eficientes está el mundo lleno.
2.     Lo de ponernos las pilas, que usted dice, se ha de concretar según quienes, señor Roig. Me dicen que usted le pone las pilas a sus proveedores a base de apretarles tanto las tuercas que poco menos, al final, trabajan por necesidad para usted y a los precios que usted marca…, y que son abusivos, ¿es cierto, señor Roig? Eso le está costando clientela y debiera usted también decírnoslo: “Yo le aprieto los precios a mis proveedores porque…”. Decir la verdad es decirla toda y no quedarse a medias…
3.     Lo de mandar a ponerse en fila india a todos tiene mucha tela… estamos quienes ya nos hemos puesto en muchas filas y quienes no se han untado. En este puñetero país había un tipo que le decían, y dicen el Pocero -contra quien nada tengo-, pero que se compró un yate que valía llenarlo de gas-oil más de lo que yo pueda ganar en tres vidas largas; los políticos en este país, por medios lícitos y menos lícitos… se han chapado en oro el presente, el futuro y los coches de sus nietos; los banqueros, los contratistas, los corredores, los intermediarios, los mediadores… ¡se han forrado sin producir NADA! ¿No cree usted que aquí quienes se han hecho ricos, quienes tienen los riñones de platino son muchos de quienes se dedicaron al transporte del sudor de otros? Me explico: aquellos que se dedicaron a transvasar, desviar, reconducir, apostar, translocar… servicios o mercancías ¡sin producir absolutamente nada de nada! El empresario se mató produciendo lo que un listo colocó, sitúo, puso, acomodó, instaló y asentó a la mano de un consumidor atrapado, desconcertado, acojonado, subvencionado, burlado… en el euro y desde el euro (un euro parecía un cabezón de veinte duros, solo que el puto euro valía otras sesenta y seis castañas más). ¿A cuánto compra usted las naranjas y cuánto las vende? ¿Qué rendimiento les saca? ¿A cuánto compra los tomates, la leche, el agua… que vende y cuánto le saca? ¿Y el productor… qué tanto por ciento tiene de beneficios?

         Me va a perdonar, señor Roig, pero conviene que eche usted la sal en las heridas que se lo merezcan, los caramelos en los paraguas que se lo merezcan, que ponga las banderillas encendidas en los cuernos de quienes los tengan y lo merezcan… y así sucesivamente, porque repartir mierda por igual no es acto de justicia… Le recuerdo. La justicia es dar a cada uno lo suyo

         Por cierto, señor Roig, ya que no se lo dicen sus jefes de imagen o no los tiene o… Sale usted en lsa fotos con mucha frecuencia con los brazos cruzados lo que es signo de defensa o, al menos, de tensión: no debiera usted presentarse así… Otro día igual le digo alguna cosita más. Relájse, hombre, relájese.

         Cordialmente,

         Tucho Castelo.
         Cliente habitual de MERCADONA.


2 comentarios:

  1. Incapaz de decir, por problemas técnicos, cuánto tiempo ha pasado: no más de dos horas desde que he colgado este artículo y me han llamado de MERCADONA, doña Laura, para decirme que han recibido mi notificación de que este escrito estaba aquí y para darme alguna explicación.
    Perfecto: salvo que me llaman SR. ANTONIO... ¡Se ve que no hay manera! El resto: el tacto en el trato, la paciencia, el tono, los modos... Salvo lo de SR... en fin. Muchas gracias. Un saludo a una Empresa que en esto también se muestra como ejemplo. Insisto. Muchas gracias.

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  2. Pues yo he de compartir aquí que, por declaraciones de esta índole, la que suscribe hace ya un tiempo (desde los primeros y nada acertados comentarios del Señor Roig) que ha dejado de comprar en Mercadona, y he de deciros que compraba todo allí y que había sido defensora de sus productos de marca blanca. Pero esto sinceramente no lo tolero... Sé que lo mío es un granito de arena en un inmenso desierto, pero, aún así, servidora es un rato cabezota....

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