sábado, 24 de marzo de 2012

Desparpajo y desvergüenza de una aristócrata de izquierdas.





        La Milá ha hecho un calvo y ha enseñado el culo:

        De momento siento vergüenza ajena. Se ve que le ha gustado lo de que le toquen las tetas y ahí está empicada como una adolescente treceañera, solo que estos retuestes y calentones vienen por el otro lado, por el descenso de la vejez… Mire usted, señora, ¿usted quién coño se cree que es? Bien está que quien tuvo, retuvo y algo quedó para la vejez, pero usted tiene ya una buena sarta de años en los lomos, que no está como para ir por ahí enseñando el costillaje y el culo, digo yo.
        Cierto que cada uno hace lo que puede, lo que sabe, lo que le dejan… y enseñar en culo, si es gratis, adelante con los faroles. Tengo yo para mí que usted lo tiene esto ya muy controlado, previsto y tal… “¡Por Tutatis que hoy enseño el culo!”, y ahí que te va con el culete muy magreado y estriado al aire.
        Aún la recuerdo, la primera vez que la vi, con Isabel Teanille, las dos y especialmente recuerdo, de aquella época, si no me falla la memoria, de una entrevista de un pavovallecano que se autoproclamaba el Rey del pollo frito, un tal Ramoncín que de rocanrolero de barrio poco menos que nos alcanza a día de hoy un sillón en la Docta Casa.
        Luego la recuerdo, a la Milá, ya sola, en Esta noche jueves, creo que se llamaba aquello: cuatro actuaciones estelares de las que el personal suele recordar dos…: Paco Umbral, que en paz descansa,  “o hablo de mi libro o me voy”; Jezulín bajándose los calzones para enseñar una corná… ¡y ahí creo yo que le cogió la Milá el gusto a la cosa mostrativa! Otras dos que no recuerda tanto la gente: una entrevista a López Bravo, ese lujo de hombre de la España de irás y no volverás, que murió en un accidente de avión. Y otra a Julio Cerón, que había comprado a plazos un puente levadizo para su castillo, y que estuvo hablando contra el ingreso de España en la OTAN y le montó una pajarraca a la Milá que para ella se quedó. (A la Milá siempre se le cayó, tengo para mí, la babilla con ese capital político que es Felipe González).
        La verdad es que tener que echarte de progre y a la cara a la aristócrata de talante de izquierdas y que ahora, a la vejez, se dedique a enseñarnos el culo y ver cómo la magrean, que las tetas ya nos las enseñó, es un poco tedioso, lastimoso, penoso, luctuoso, desafortunado… Lo que hace la vejez, la insatisfacción y el afán de notoriedad.
        Vaya con quien desee verle el culo, la señora hija del II conde de Montseny. ¡Qué cosas tienen los ricos!

2 comentarios:

  1. Su facilidad para sentirse en un plató como en el baño de su casa, le han convertido en una presentadora excesiva que no acierta con sus comentarios y gestos y excede las reglas cívicas y el buen gusto.

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    1. Gracias por tu comentario y tu ilustrativa imagen... COMO EN EL BAÑO DE SU CASA, talmente... Servidor no la ve, digo, en el plató tampoco, pero si ANÓNIMO lo dice, servidor lo cree. ANÓNIMO con este comentario demuestra estar en la agudeza española que me agrada, que agradezco, que no requiere tanto circunloquio, pero sitúa la materia de que se trata... justo en sl sitio que merece, en este caso: en el váter. Muchísimas gracias.

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