Es solo un momento… CRUCIAL.

El reino de España que no podemos mantener.

        Hace unas entradas comentaba el proceso de recreación fallida del Estado del Reino de España. Hoy oigo decir a Mariano Rajoy que hay que recortar de las autonomías, que hay que repensar el asunto… porque esto no tira, es decir, que tira demasiado.

        EVIDENTE, señor registrador.

        ¿Me lo dices o me lo cuentas? , que decían los necios snobs hace no tanto.

        Si con el dinero que entra en casa no llegamos a final de mes: el teléfono del niño lo damos de baja; no salimos a cenar todos los viernes; nos damos de baja del gimnasio y paseamos la calle; el cochecillo que teníamos para ir al mercado y cacharrear lo hemos dado de baja y nos ahorramos una pasta; hemos rebajado las condiciones del seguro del coche; hace frío, pero la calefacción no va a tope; hay más conejo y menos ternera…

        EVIDENTE EN CASA. EVIDENTE EN EL ESTADO.

        Mis queridos socialistas… ¿es posible que ustedes nieguen la evidencia? Ustedes han malrotado, vendido, gastado, despilfarrado, derrochado, algunos robado, dilapidado… ¡¡al manso por los pies…!! ¡¡SI ES QUE NO ESTÁ NI LA CAJA!!

        ¿Pero con qué cara defienden lo indefendible?

        Sólo puedo pensar que así se protegen intereses personales, ni siquiera de partido. Muchos de ustedes están defendiendo el plato en que comen, los viajes que se calzan, las hipotecas pendientes, los estudios de los niños, los relojes de las señoras… Ustedes están con la chaira en la boca peleando su tren de vida. ¡Ese sí que es un fortín! ¡¡La necesidad anima mucho!! Sólo eso me da explicación de lo que ustedes están haciendo.

        Lo dijo Alfredo, melodijopérez: cuando hay más indios que caballos…, pues hay gresca. Y ahora hay muchos indios y pocos caballos.

        En Andalucía será peor… habrá cuchilladas de las que no se sirven en el patio de Monipodio: sólo se despachan en la frontera mexicana con los yanquis.

        (AVISO: los socialistas fetén, pata negra, leales a unas ideas políticas, a unas ilusiones, sensatos, honestos a carta cabal… ¡que no son pocos! están avergonzados y abochornados con lo que ven. Servidor contra ellos no atenta).