La grandeza de pedir perdón...

El secretario general del Partido Popular andaluz, Antonio Sanz, no es político de mi agrado. Su aspecto y sus formas me aburren. En sus ruedas de prensa me resulta gritón, le traiciona la ropa estrecha y está incómodo por ser gordo, como yo. Me parece altisonante en sus contenidos y sus formas. Habla lento y sus secuencias lógicas, que pretenden sorprender por su ingenio, son, sin embargo, desde todo punto previsibles. Es lo que hay: un martillo pilón que repite y repite consignas que inventa o le inventan. Hoy, sin embargo, me parece que ha dado un clavo que no hay quien saque en el PSOE: en vez de pedir el voto, los miembros de este partido, visto lo realizado por algunos de sus paniaguados -posiblemente no son ni socialistas-, es pedir perdón. Sí señor, esta vez dio usted en el clavo evidente de lo que es la bonhomía y la gente de bien.

“Nos equivocamos al poner al frente de este negociado a un canalla… Nos engañó durante diez años. Nuestros filtros no lo detectaron… Pedimos perdón por el daño realizado”.

Problema aparte es si resulta creíble o no la petición de perdón y las explicaciones. La verdad es que se hace difícil que un tipo como el presunto Guerrero y su chófer Trujillo (en Andújar lo conocían con el sobrenombre de el ministro)… hayan pasado desapercibidos para el partido… ¿Todo se lo gastaron en cocaína y juegas? ¡Ahí hay un pico de billetes! Tendrán el tabique nasal de platino…

Pedir perdón sería tanto como reconocer que el Partido sabía y callaba. Y si callaba sería por algo… ¿Qué estará dispuesto a contar Guerrero? La jueza Alaya, no insisto… donde los haya, no parará de tirar del hilo y no dudo en que irán pasando por su despacho más y más implicados. Supongo también, que tras el 25, cada mochuelo volverá a su olivo: los políticos a lo suyo, los ladrones a la cárcel y la jueza y la policía a sus investigaciones.

Antonio Sanz en esta oportunidad, sin grandes alharacas, ha puesto un trilema al PSOE que no soluciona ni el barón Münchhausen. No cabe duda de que aquí hay una trama política y el PP está sacando réditos políticos a una canallada política del partido del gobierno en Andalucía, donde una vez más anda por medio, sin remedio, el Poderoso Caballero.