Parte esencial del panorama
intelectual, pseudointelectual, contraintelectual, radiofónico, televisivo e
introspectivo, callejero y provincial, nacional y trasnacional… es que TODO ES
RELATIVO, que TODO ES OPINABLE y, por tanto, TODA OPINIÓN ES IGUALMENTE VÁLIDA,
venga de quien venga… Al más tonto de mi calle no se le escapa que si todo
tiene el mismo e idéntico valor es porque no hay nada realmente valioso, nada
hay que debatir. Hemos dado de mano.
Leo que, según una encuesta del sindicato CSIF de la enseñanza, más del 60% de
los padres andaluces OPINAN –PALABRA DEL PUEBLO, DICTADURA DEL RELATIVISMO- que
los profesores, los maestros, etc. deben poner deberes a sus alumnos para que
los hagan en casa. Encuestas sobre cualquier realidad, seria o chorrada lírica
y todos a opinar.
Supongo que habrá algún imbécil que asuma que sobre la operación de corazón que
se realizará a su hija podamos opinar todos, decidimos si se le aplica
anestesia general o epidural, si se le hace una toractomía anterolateral o
cuántos pilares le ponemos al puente que cruzará el río… y lo decidimos en el
barrio a mano alzada, mientras el ingeniero va chupando la punta al lápiz para
empezar a calcular, eso sí: oídas nuestras opiniones… Y así sucesivamente:
decidimos entre los colegas cómo organizar el tráfico del barrio o cómo diseñar los colectores de la
ciudad para mejor y mayor beneficio del común de los ciudadanos.
Si nada de lo citado en el párrafo anterior es opinable ¿por qué es opinable lo
que debe hacer o no el maestro…? ¿Cree acaso usted que voy a dar una opinión?
No… ¡ni muchísimo menos! Para ese viaje no pierdo el tiempo. Lo ha dicho EL
PUEBLO SACROSANTO y, por tanto, amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario