martes, 17 de abril de 2012

VEGANO, PARCIAL, PATANEGRA, DURMIENTE... ¿Y usted?


      Escribir sobre el tiro que se dio nuestro Juan Froilán de los Cojones tiene su aquel. Ponerle unas letras al Rey nuestro Señor por tener la mala pata a la hora de bajar un escalón… tiene otro contar. Desearle a Juan Froilán, un niño con trece años, que la cosa vaya más allá… me parece una mezquindad propia solo de españoles mezquinos. Querer poner a parir al Rey y que se baje los pantalones para pelarlo a lo wencelao y que tire la corona como si fuera Choricito de la Malena, tirando la montera al ruedo, y que le tenga que dar una explicación a Cayo Lara de la hora nocturna a la que orina su real persona; que a ese jetón de Soraya Rodríguez le tenga que decir si le atina al váter con o sin la trompa…; o pedirle disculpa a López, el vasco…, por un mal paso… es de aurora boreal, señorita.
        Este humilde plumilla en su blog, fue puntero en el comentario al suceso del Rey mi Señor -que la humildad es la verdad que dijo la Santa de Ávila-, pero las cosas hay que ponerlas en su justo punto y en los medios. Todo texto requiere su contexto y para ello la paralingüística…
        Bueno está lo bueno… Que Dios me perdone y que cada palo aguante su vela. Este es un país de imbéciles totales, que se hallan, es decir, que se encuentran en cantidad muy por encima de la media de nuestro entorno. En serio, para mear y no echar gota… Ahora resulta que al hilo de los pobres de Botswana que tienen como salida económica y medio de progreso la caza, se le plantan en la puerta de la clínica del Rey mi Señor, ¡ahí va el numerito!, una veintena de personas con unas camisetas y unos pósters donde se lee: “Victima Real de la Caza”. Las cuatro que veo en la foto de El Mundo tienen, además, un jetón que se parecen al cabo de puesto de mi pueblo en los años cuarenta, joder qué caritas de malaleche.
        ¿Que quiénes son? Pues mire usted, ahí los tiene, descubriendo realidades. ¿Usted es vegano? Pues atienda y aprenda. Resulta que un servidor era vegano durmiente y parcial, al menos, sin saberlo. Que por averiguar lo miro en el Diccionario de la RAE y nones. Lo miro en el María Moliner y que nada de nada monada… En estos casos complejos donde uno puede romperse el espinazo por ignorancia, lo mejor, es la Red, y eso me he dicho, “Tucho: tú, como Pinito del Oro, a aprender a la Red”. ¡Y resulta que uno, al decir, del grupo que andaba con el póster es vegano parcial…! ¡La leche! No se ría oiga, yo soy de toda mi vida un vegano durmiente –Mario Conde dijo ser un masón durmiente, pues eso soy yo-, vegano por convicciones profundísimas, vegano como llevo defendiendo aquí desde que empecé esta guerra de guerrillas, en los cientos y cientos de artículos que publiqué en la prensa escrita… ¡vegano partanegra parcial y durmiente!
        La tropa que se ha manifestado ante la clínica del Rey mi Señor, vive Dios que pudo hacerlo a su sabor y en defensa de veganismo, del que soy sujeto pasivo en cuanto durmiente y activo como escribiente; esta tropa me ha abierto los ojos y me lleva al buen camino, ¡Vivan San Rafael y San Cristóbal! Lea con atención a ver si usted no es vegano también. Leo en lo que defienden estos payos, porque, qué curioso, todos son payos, oído al número que lo dejo caer: El veganismo es un estilo de vida basado en el respeto hacia los animales. Hasta ahí, toma que son de goma, servidor firma donde lo pongan, se manifiesta donde digan y defiende eso ante quien sea. Uno define al hombre, como Alasdair MacIntyre, y es vegano por convicción y sabe que el hombre es ante todo un animal, que es racional y que es dependiente… y eso está dispuesto a defenderlo, servidor, donde sea y que como animal que es merece todo el respeto del mundo, ¡hasta ahí podíamos llegar, coño! Por eso, como los activistas de Igualdad animal, veganos activos, está en contra, servidor, del aborto donde se asesinan animales sin otra culpa que el egoísmo de otros animales no muy racionales; estoy en contra de las matanzas de hombres que organizan otros hombres no muy racionales, pero sí muy egoístas, en unas cacerías llamadas guerras; estoy contra el sufrimiento de millones de hombres porque otros hombres hacen el mal, roban, mienten, delinquen y los dejan con hambrunas mortales que son verdaderas plagas del hombre contra el hombre; estoy contra la experimentación que causa la muerte a millones y millones de animales humanos en los centros de investigación de fecundidad y sus aledaños; estoy en contra de quienes hacen del mundo un puto circo donde ellos se ríen de otros hombres que se ven sometidos a injusticias mil, a dolores mil, a sufrimientos sin cuento…

         Sí, señores, sí… SOY VEGANO PARCIAL PATANEGRA Y DESDE HOY MÁS CONSCIENTE, MÁS VIVIENTE… MÁS VIVO Y MÁS COLEANDO…
       
        ¡Qué barbaridad, Amanda, qué cosas!

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